Cuando la empresa crece… pero las personas no
En toda organización que atraviesa un proceso de crecimiento, hay una dimensión que muchas veces pasa desapercibida: el impacto que ese cambio genera en las personas.
Aumentan los equipos, se diversifican las tareas, surgen nuevos roles y se complejiza la toma de decisiones. En ese contexto, es habitual que se generen fricciones, malentendidos o sobrecarga.