Lic. Psic. Sandra Jegerlehner
Si bien es importante para una empresa u organización el posicionar su marca hacia los clientes o potenciales clientes, hoy en día las empresas se focalizan en igual o mayor proporción en este mismo proceso, hacia sus empleados o futuros empleados.Surgido en Estados Unidos, hace aproximadamente unas tres décadas, el employer branding es una estrategia utilizada por las empresas que buscan construir una marca, que incremente o mejore su posicionamiento hacia adentro, hacia sus empleados actuales o futuros, y que éstos la visualicen como un lugar muy atractivo para trabajar.
Actualmente es indiscutible que uno de los principales activos de las organizaciones, lo compone su gente. Ahora bien, se hace cada día más necesario poder fidelizar a los integrantes de las mismas, y atraer a los que se encuentran en el mercado buscando oportunidades laborales, y tienen un valor importante para aportar, necesario para la organización. La clave es que entre el personal actual como entre los potenciales empleados que podamos tener ( y que obviamente le interesen a la empresa), esta sea visualizada como un lugar muy interesante y atractivo para trabajar. Esto es sin duda un trabajo en equipo, partiendo en primer lugar de la Dirección, y luego entre las áreas de marketing, capital humano, y comunicación de las organizaciones, con el objetivo de lograr una buena imagen y el reconocimiento de la marca de la empresa, ante los ojos de los colaboradores actuales y potenciales.
En ese sentido, una adecuada y abierta comunicación interna será un elemento indispensable en la construcción de estrategias de employer branding, como asimismo políticas y prácticas de Gestión Humana modernas que incentiven a la gente a trabajar con nosotros, para ir logrando ese lugar destacado entre las preferencias de los trabajadores. Es así que aunque generalmente las campañas van dirigidas al cliente externo, para dar a conocer productos y/o servicios, en el employer branding todas esas acciones se dirigen a los propios empleados y también a la imagen de la empresa o organización hacia el exterior.
Establecer un plan de acción es el punto principal de partida que entendemos necesario para llevar a cabo una gestión de estas características dentro de la organización. Se deberàn generar condiciones favorables tanto para el puesto de trabajo, con propuestas sustentadas en acciones reales de la empresa, así como también para el desarrollo y bienestar de los empleados, y por supuesto que dichas propuestas marquen diferencias con el mercado laboral actual. Tanto para que los que ya están en la organización continúen eligiéndola y comprometiéndose, como para los que están afuera, se sientan atraídos a pertenecer a ella.
Hoy en día las necesidades de las personas no se circunscriben solamente al factor económico, sino que cobran más peso e importancia entre otros:
- Desarrollo, involucramiento y planes de carrera: lo que incluye obviamente la Capacitación, el Training y el Coaching, entre otras herramientas.
- Trabajo por objetivos, que estén asociados a sus reales capacidades y potencial.
- Atención a la vida familiar (en los aspectos que respetando su privacidad, contribuyan a la mejora de su calidad de vida).
- Flexibilidad horaria, (en los casos que sea posible)
- Trabajo a distancia, (cuando sea posible)
- Guardería,
- Seguros médicos,
- Espacios de relajación en la oficina y talleres de ejercicio físico y distensión, entre otros.
Todo lo cual en la jerga internacional, es lo que se denomina «Paquete de beneficios» (o benefit package), o sea un conjunto de elementos que hacen que se perciba atractiva nuestra empresa a los ojos de los trabajadores en plena superación.
El retener y por otro lado atraer personas con talento, es una tarea que la mayoría de las organizaciones desean lograr, y es lo que muchas veces ( y cada vez más), hace la diferencia de una organización con otra, de una empresa exitosa con otra ralentizada.
Como resultados derivados de una buena gestión de implantación de employer branding, se crea un valor añadido y encontraremos menor rotación de personal, menores índices de ausentismo y conflictos, a la vez que mayor compromiso por parte de los empleados, con un aumento notorio en la productividad y economía de la organización.
O sea, beneficios para todos.