LA CONSTRUCCION DEL CAPITAL HUMANO

Por Lic. Hugo Lettieri

El significado y valor de las personas en el ámbito laboral, y la importancia de una gestión humana de calidad, es algo que todos actualmente conocemos y valoramos. Sin embargo frecuentemente se soslaya que esto no se decide solamente con la selección del personal adecuado. Pasa también por el el concepto de «construír» el capital humano, para lograr que los colaboradores asuman crecientemente sus tareas y responsabilidades, en una dinámica de crecimiento personal y laboral. 

Cuando un empresario directamente, o a través de su organización contrata personas tiene obviamente una serie de expectativas, referidas al cargo que se ofrece, su desempeño y resultados, y en definitiva, lo que el nuevo colaborador va a aportar a la empresa o entidad en cuestión.

Además de las cualidades y capacidades específicas para el cargo, se esperan una serie de requisitos que llamaríamos básicos, en cuanto al compromiso con el trabajo: asiduidad, cumplimiento de las tareas a satisfacción, puntualidad y todo lo que demuestre precisamente el compromiso en su labor, incluyendo la actitud demostrada en su función.

Sin embargo, y en nuestra tarea profesional, en los últimos años hemos escuchado muchas veces que precisamente esos requisitos básicos son los que fallan frecuentemente. La causa por la cual sucede este fenómeno es ajena a la finalidad de este artículo, y seguramente habrá investigaciones sociales que lo expliquen.

Lo importante es cómo superarlo, y en ese sentido, es  fundamental una selección profesional del personal, sin duda. Pero tampoco con eso alcanza: entonces es aquí que cobra una importancia capital la llamada “CONSTRUCCION DEL CAPITAL HUMANO”.  O sea sencillamente a partir del personal que tenemos, lograr el desarrollo del mismo para justamente mejorar su nivel de compromiso, cumplimiento y efectividad en el trabajo, lo que implica sin duda apostar al crecimiento profesional y humano de la gente.

Este concepto de «construcción» del capital humano de una entidad, se logra a través de una integralidad de métodos que van desde una mejora de la comunicación y del clima laboral, a normas claras de funcionamiento, actividades de capacitación y desarrollo del Coaching, entre otras políticas de gestión de personas acertadas.  

Implica lograr que la gente internalice el “yo puedo”, junto al “yo quiero” y el “yo debo”, uniendo crecientemente en su comportamiento esas 3 dimensiones, desde el lugar que le toque a cada uno, asumiendo su responsabilidad y compromiso desde un concepto integral de cultura de trabajo.  

Por supuesto que es preciso conocer entonces la realidad interna de la empresa o emprendimiento en cuestión, realizando una evaluación en profundidad para detectar las causas de los comportamientos disfuncionales, para posteriormente implementar las acciones correctivas.

Esta visión integral es la que estamos convencidos que es la que permite la superación conjunta de la empresa como tal, integrando y desarrollando a su personal en la búsqueda del valor que ofrecemos como organización, y al mismo tiempo mejorando notoriamente la motivación real en el ámbito laboral.