El Activo esencial: Las habilidades blandas

Equipo DP Capital Humano

En el mundo globalizado en el cual estamos viviendo donde las habilidades han cobrado destacada relevancia, nos ocuparemos de las habilidades blandas y duras, también denominadas soft y hard skills.

La denominación “habilidades blandas” tiene su origen en la década de los años 70, cuando, en las filas del ejército de los Estados Unidos se detectó que los soldados más destacados no eran los que utilizaban mejor la maquinaria de guerra, sino los que tenían las habilidades transversales (comunicación asertiva, trabajo en equipo, resiliencia, liderazgo entre otras) más desarrolladas.

Las habilidades blandas o soft skills son competencias sociales, atributos intangibles que una persona puede desarrollar. Estas incluyen atributos del carácter que facilitan la comunicación, las relaciones interpersonales y la interacción con los demás, así como la capacidad de conocer y gestionar las propias emociones. Además, están relacionadas con la manera en que enfrentamos nuestras responsabilidades laborales.

En contraste, las habilidades duras o hard skills son competencias relacionadas con el conocimiento técnico adquirido mediante la formación profesional o académica.

¿Cómo medimos las Soft Skills?

En el pasado, medir estas capacidades resultaba complicado y los análisis eran bastante subjetivos. Sin embargo, hoy en día se cuenta con herramientas tecnológicas que permiten codificar diversos parámetros en datos objetivables que posteriormente se pueden analizar.

Antiguamente, el mercado laboral se centraba principalmente en los conocimientos y habilidades técnicas que el candidato poseía para desarrollar su tarea. Sin embargo, esta concepción ha cambiado, evolucionado y enriquecido, reconociendo la complejidad de las relaciones laborales, valorando cada vez más las habilidades humanas. Comprendiendo que las habilidades blandas son trascendentales para el desarrollo efectivo del trabajo.

Es evidente que el paradigma ha cambiado y actualmente se pone énfasis en ambas habilidades, ya que son esenciales para lograr un equilibrio tanto en el desempeño del colaborador como en su integración en la organización.